“Fui atascado”: Julio Preciado revela cómo superó sus adicciones
Julio Preciado es un cantante de música regional muy popular en América Latina gracias a su etapa como vocalista de la Banda El Recodo en los años 90, además de sus éxitos en solitario, por ejemplo: “Dos hojas sin rumbo”, “Aunque no sea conmigo” y “Como este loco”. Pero el cantante nacido en Mazatlán, Sinaloa en su momento también dio de qué hablar debido a sus adicciones, que afortunadamente ya logró superar. Y durante una entrevista con Gustavo Adolfo Infante contó cómo salió de este bache que pusó en peligro su vida.
Primero, Preciado señaló que, para salir de estos vicios, “me ayudaron compañeros. Un compadre mío y una persona que yo quiero mucho, que fue quien me sacó del hoyo. Nadie (de la música)”. “A mí me ha tocado sacar a muchos compañeros del bache del alcoholismo, de la drogadicción, porque la música se presta para todo eso”, dijo el cantante. Y puso de ejemplo a Pancho Barraza, quien “tuvo una oportunidad que le brindó la vida, que le brindó Dios, de encontrar a una mujer, a su esposa Gabi”.
Luego, reconoció que junto a Barraza se aventaba “grandes parrandas. Nosotros éramos atascados: dos, tres días tomando y drogándonos, éramos muy vagos. Pura cocaína, no otra cosa”. “Fíjate que fui atascado porque duraba muchos días, pero no era los que me metía así como se ve en la película de Scarface. Yo era, como le dicen comúnmente, tarjetero: mi tarjetita y mi bolsita”, reveló. “El primer día sí me iba… ahora sí que me iba de prostituta el primer día, pero ya llegando a la casa, a las 10 de la mañana. Me gustaba convivir con mi familia; borracho, pero convivir”, agregó. Julio señaló que, en esa etapa de su vida, para las crudas solía contratar a “la Banda MS y Julión Álvarez, era por lo menos una vez cada 15 días me tocaban en la casa. Los llevaba cuando Julión Álvarez cantaba con ellos. Y fíjate cómo son las cosas: ahora tengo que vender la casa para contratarlos”. Además, aseguró que lo tiene “asombradísimo” el estado de salud de su amigo Pancho Barraza: “Mendigo desgraciado, no sé con quién hizo el pacto: es que él era General de división y yo era como Sargento. Y no sé por qué no está muerto. Dios lo quiere mucho, tiene algo en la vida para él y por eso lo tiene aquí. “En mí caso, yo lo sentí mucho porque mi gordura me empezó a cobrar factura, el ser una persona sedentaria, me empezó a cobrar factura. Lo único que le envidió a mi compadre ahorita, es la salud. Me da envidia de la buena”, contó.
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